Resumen del juego
Outspell en el móvil se siente como un Scrabble reducido a lo esencial.
Un tablero, un montón de letras y algunas casillas de bonificación. Colocas una palabra, ves cómo sube la puntuación y sigues jugando. No hay animaciones ni menús llamativos, solo un juego sencillo que cabe en el bolsillo. Perfecto para matar cinco o diez minutos en el autobús o esperando en una fila.
Lo mejor es que puedes marcar el ritmo. En fácil resulta casi relajante, en difícil puede volverse exigente, ya que cada casilla cuenta y te obliga a planear dos o tres movimientos por adelantado. Tiene un diccionario incorporado por si quieres comprobar algo, aunque la mayoría del tiempo no lo necesitarás. Outspell no sorprende y llega a repetirse, pero ahí está la gracia: constante, rápido y suficiente para sentir que ejercitaste un poco la mente antes de guardar el teléfono.